El presidente Danilo Medina regresó hoy aproximadamente a las 6:30 de la tarde al país procedente de Roma, donde se reunió con el Papa Francisco y luego de sostener una reunión de trabajo con directivos del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA).
Danilo Medina viajó el miércoles en la noche a Roma y el viernes se dirigió a la Santa Sede, donde fue recibido en audiencia privada de 29 minutos por el Papa Francisco, quien saludó afablemente al presidente dominicano, le dio un fuerte apretón de manos, para de inmediato iniciar una conversación sobre distintos temas.
El presidente Medina invitó al Papa Francisco a visitar la República Dominicana antes del término de su mandato, que concluye en 2016. El encuentro entre el jefe de Estado Dominicano y su Santidad se desarrolló en un ambiente de mucha cordialidad.
El presidente de la Republica tuvo la oportunidad de hablarle sobre la política social del Gobierno y, a solicitud del Papa, explicó los alcances de la Ley 169-14, que establece un régimen especial para personas nacidas en territorio nacional inscritas irregularmente en el Registro Civil dominicano y sobre naturalización. Igualmente aprovechó para hacer un poco de historia sobre las relaciones dominico-haitianas.
Tanto el Papa como el presidente Medina se felicitaron por las excelentes relaciones que existen entre el Estado dominicano y la Iglesia Católica.
“Su pensamiento coincide mucho con el mío”
“Su pensamiento coincide mucho con el mío, revela Danilo Medina. El Papa está alertando a la Humanidad de que se debe atender a los más vulnerables, reducir la desigualdad social, combatir la pobreza y darle mano al débil. Esos temas a mi me enriquecen porque yo creo lo mismo. En esa dirección estamos trabajando".
Al concluir la conversación, Danilo Medina y el Papa Francisco intercambiaron presentes. El presidente dominicano se sintió complacido en obsequiar al Papa un rosario en ámbar fabricado por artesanos dominicanos y el Pontífice le correspondió con un medallón en bronce que representaba uno de los proyectos de la basílica de San Pedro y su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium (La alegría del evangelio).
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